EDAR MEAÑO

El agua entra en la EDAR en un pozo dotado con un cestón de gruesos para la eliminación de residuos sólidos de mayor tamaño. A continuación, en los dos tamices de escalera de que dispone la planta se eliminan los residuos de menor tamaño, y el agua pasa al tanque desarenador-desengrasador para la eliminación de arenas y grasas. De este modo, queda concluida la fase de pretratamiento.

Después el agua pasa al tratamiento secundario, en este caso de lodos activados, consistente en dos reactores biológicos donde tiene lugar la eliminación de nitrógeno mediante un proceso de nitrificación-desnitrificación. Para que esto sea posible, los reactores son aireados mediante unos rotores y se hace un control automático de los niveles de oxígeno de estos mediante unas sondas instaladas en las balsas. Por otro lado, la eliminación de fósforo se produce mediante precipitación química.

Finalizado este proceso el agua pasa a un decantador secundario. El agua clarificada del decantador va al tratamiento avanzado, consistente en un equipo de desinfección ultravioleta, y de ahí al cauce receptor.

El fango decantado por gravedad en el fondo del decantador secundario es o bien eliminado (exceso de fango) mediante deshidratación mecánica con un filtrobanda, o bien recirculado a los reactores biológicos en función de las necesidades del proceso.

Todos los residuos generados en el proceso de depuración son transportados y gestionados por gestores autorizados. Se generan dos tipos de residuos, peligrosos y no peligrosos. Los residuos peligrosos que se generan son: tubos fluorescentes del equipo ultravioleta, envases plásticos y metálicos contaminados, y trapos impregnados procedentes de la realización de mantenimiento de equipos, así como aceite usado.

Los residuos no peligrosos generados son: residuos sólidos de cribado, arena, grasa y lodo.